Lo primero que se me ocurre después de ver el tercer capítulo (que realmente es el primero) de esta trilogía sobre fantasmas es que se agradece ver directores que apuestan por el clasicismo en lo que se refiere a cine de terror: el utilizar el susto, el ruido, la oscuridad y unos pocos y acertados efectos especiales para inquietar en vez del gore, la casquería o convertir el film en un parque de atracciones lleno de CGI es muy de valorar.
Uno viendo estos "Insidious" no deja de recordar grandes films como el clásico "Al final de la escalera", la más moderna "El último escalón" o "Poltergueist" de la que es un homenaje en toda regla.
Además cuenta con un reparto en sus tres entregas más que acertado en la que destaca por encima de todos una maravillosa Lin Shaye como espiritista de armas tomar acompañada de sus inseparables socios, un duo de cazafantamas que ganan protagonismo según avanza la saga, guiño absolutamente magistral a la película de Hooper/Spielberg, aderezado, eso si, con cierto toque de humor que encaja curiosamente a la perfección.
Como único pero solo puedo decir que los espectros no son tan aterradores como cabría esperar, sobre todo el del primer episodio que parece más sacado de un carnaval que otra cosa. Hecho que no incide para nada en poder decir que estamos ante una gran trilogía de fantasmas.
